Suelo poner mis títulos en inglés pero es que “sentimientos” es una palabra demasiado llena de significado como para ponerla en un idioma que no sea el que más capacidad tengo de captar como es el español.
Estamos llenos de ellos, algunos dicen que residen en el alma, otros hablan de pura química y yo puedo incluso hablar de magia. Os invito a pensar por un momento que fuésemos rocas y que de repente nos hicieran capaces de sentir algo saltando en el interior del pecho, capaces de tener ganas de gritar, de reír, de llorar, cualquiera de estos sentimientos indescriptibles pero habituales que todos hemos albergado alguna vez. Si yo fuese una roca y pudiera hablar a eso lo llamaría magia. El problema es que en general todos tendemos a dejar de apreciar con detenimiento lo habitual; si te dejaran una jazminero y un rosal delante la primera noche olerías el jazminero y el primer día apreciarías la belleza de las rosas, pasado un mes empezarías a aburrirte y después de un año las flores del jazminero y el olor de las rosas serían mucho más interesantes que cualquier otra cosa. Pero bueno, yo he empezado hablando de sentimientos o de magia, como más os apetezca, y así voy a seguir.
Cualquier cosa tiene su parte mala y su parte buena; lo mismo ocurre con los sentimientos, de hecho los hay incluso con dos caras. La felicidad es indiscutiblemente positiva y la tristeza negativa pero, hablemos del amor.
Cuando es correspondido es el tipo de felicidad más intensa, cuando es mencionado es emocionante, por el contrario cuando no es correspondido es el mayor sin sentido, son tardes lluviosas y cansancio. Cuando no puede ser ni si quiera expresado es como robarle la libertad al pájaro con la ruta migratoria más larga, el que más necesita salir, cambiar y en definitiva, evolucionar. Podría decir que se parece al choque de una ola con la costa, luchando por besar a la lejana montaña, es algo así. Esto parece algo casi cursi pero os aseguro que si se pudiera provocar el amor incorrespondido o prohibido sería uno de los métodos de tortura más demandados. Este post no guarda más que reflexiones, no es una declaración de amor secreto, si no, dejaría de serlo, ¿no?
La vida y otros desordenes 